Quizá para muchos el gasto que se haga en contar con un Atlas de Riesgos sea algo innecesario, inútil y una forma de gastar el dinero público en cosas esotéricas o algo por el estilo.
Sin embargo, lo que se gaste en una herramienta como esa, o en su actualización, es de lo más necesario para definir políticas públicas en el nivel de gobierno que sea.
El caso es que en la capital veracruzana se dio a conocer este día que el alcalde Ricardo Ahued Bardahuil le ha dedicado tiempo y dinero en la actualización del Atlas Municipal de Riesgos, del cual su última actualización se realizó en el 2019, y que a su vez se elaboró en el 2009, lo que explica los ‘inesperados’ socavones e inundaciones que han costado incluso vidas humanas y pérdidas económicas en el pasado.
En el país, el mantener actualizados los Atlas de Riesgo se ha vuelto una necesidad de primera categoría, y es por ello que el Centro Nacional de Desastres (Cenapred) ha invertido mucho dinero público en capacitar al personal de las direcciones estatales de Protección Civil y estos a su vez a las municipales, pues hasta hace poco la formulación de Atlas de Riesgo eran una verdadera fortuna para empresas ‘especializadas’ que sin conocimiento del medio local recomendaban acciones fuera de toda realidad.
La elaboración de Atlas de Riesgos era una mina de oro para funcionarios públicos.
Es por ello que la presente actualización del Atlas de Riesgo en Xalapa se realiza con personal del área de Protección Civil, y con la asesoría y capacitación sobre fenómenos hidrometeorológicos de personal capacitado de la Secretaría de Protección Civil de Veracruz.
Lo anterior permitirá que la actualización se convierta en un procedimiento continuo que se alimente de la aportaciones de una población informada y de la iniciativa privada.
Se sabe que la intención del actual director de Protección Civil municipal, el experimentado Luis Sardiña Salgado, tiene la instrucción superior del Alcalde Ricardo Ahued, de darle al Atlas de Riesgos Municipal actualizado la mayor de las difusiones posible para que no solo los funcionarios municipales estén enterados de las zonas de riesgo de la ciudad, sino la población misma.
El objetivo es que las propias colonias de mayor riesgo, puedan elaborar sus locales Atlas e incluso que éstos se puedan replicar a nivel familiar, con lo que la coordinación institución-ciudadanos se haga mucho más efectiva y retroalimentadora.